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Ver también Constitución del Congreso de fundación de la Fracción Leninista Trotskista

 

Presentación

Presentamos a nuestros lectores obreros y obreras de todo el mundo el Organizador Obrero Internacional - Nueva Época, vocero de la Fracción Leninista Trotskista Internacional.
En el mes de julio, en 10 días de debates y resoluciones, grupos provenientes de distintas vertientes de las fuerzas sanas del movimiento trotskista internacional reagruparon sus fuerzas en el Congreso Fundacional de la FLTI.
Confluyeron en este Congreso trotskistas de Oakland, de la costa oeste de EEUU, donde se iniciara el movimiento de la clase obrera contra las guerras contrarrevolucionarias de Bush; donde se libraran las más importantes batallas de la clase obrera norteamericana, como fueran la marcha del millón de obreros contra la guerra, la huelga general de los primeros de mayo y el combate de la clase obrera norteamericana y los portuarios, junto a sus hermanos inmigrantes, que iniciaron una durísima lucha contra del gobierno asesino de Bush.

Sacando lecciones de estos combates y de cómo esas enormes fuerzas, desplegadas en el despertar de la clase obrera de EEUU, fueron puestas a los pies de Obama, combatiendo por sus hermanos de clase de Palestina, Irak y Afganistán, los trotskistas del Humanists for Revolutionary Socialism (HRS) no dudaron en ponerse en la primera fila del combate contra la pérfida política del frente popular y el estrangulamiento de los procesos revolucionarios de Bolivia, Zimbabwe, Sudáfrica, etc.

Desde la Fracción Leninista Trotskyista (FLT), compuesta por grupos trotskistas latinoamericanos como la Liga Obrera Internacionalista (LOI-CI) de Argentina, la Liga Trotskista Internacionalista (LTI) de Bolivia, el Partido Obrero Internacionalista (POI-CI) de Chile, la Liga Trotskista Internacionalista (LTI) de Perú, y la Fracción Trotskista (FT) de Brasil, junto a los internacionalistas del Communist Workers' Group (CWG) de Nueva Zelanda habíamos iniciado un proceso de combate común desde hacía meses con los camaradas de la Workers International Vanguard League (WIVL) de Sudáfrica, quienes a brazo partido venían enfrentando la pérfida política del stalinismo y el frente popular que había puesto a la clase obrera a los pies de Mandela y la burguesía negra, que habían encubierto -y lo hacen aún- al régimen esclavista y del apartheid de los asesinos anglo yanquis, que han llevado al martirio al movimiento obrero y a las naciones oprimidas de Sudáfrica y de toda el África negra.
Combatiendo en la primera línea contra la agresión del estado sionista de Israel contra la Gaza masacrada, conquistando un programa frente a los procesos revolucionarios de Guadalupe y Madagascar, desenmascarando el pérfido rol de los partidos "anticapitalistas" europeos, máscaras que encubren al socialimperialismo de izquierda que defendió a brazo partido el carácter de territorio de ultramar de Guadalupe y las Antillas de los carniceros imperialistas franceses. Así, con el programa de la revolución y frente a la guerra y contra el frente popular confluimos los trotskistas internacionalistas de Sudáfrica y los grupos integrantes de la ex FLT.

Cuando en 2007 comenzaban los golpes de la crisis económica mundial que dejaban al desnudo a este sistema capitalista imperialista mundial, basado en un puñado de parásitos del capital financiero que se han comido los beneficios que ni siquiera aún el trabajo humano ha producido; mientras este podrido sistema arrojaba toda la crisis sobre las masas con nuevos padecimientos inauditos, y comenzaban las primeras respuestas revolucionarias del proletariado en Grecia y Madagascar, en los heroicos levantamientos de los explotados de Guadalupe contra el hambre y el colonialismo francés, y en las primeras tomas de fábrica y las huelgas generales en Bélgica y Francia, confluíamos con grupos como el Núcleo Revolucionario Internacionalista (NRI) de Argentina alrededor de lecciones y programas comunes, para intervenir en esos procesos revolucionarios. Frente a los primeros embates de una contraofensiva de masas que intentó frenar el brutal ataque de los capitalistas y frente al accionar de todas las direcciones traidoras que reagruparon sus filas para sostener al capital financiero en crisis y en bancarrota, todos los grupos que hoy constituimos la FLTI pudimos identificarnos con el mismo programa para el combate y en la misma barricada de la revolución. Se puso en pie la FLTI para reagrupar las filas del proletariado revolucionario internacional enfrentando al reformismo y a todas las direcciones traidoras, que pagadas por el gran capital, y sustentadas en las aristocracias y burocracias obreras, intentan deshacer y desarmar lo que las masas construyen y conquistan en sus combates.

El Congreso comenzó constatando que constituíamos un nuevo punto de apoyo al servicio de las luchas revolucionarias de la clase obrera a nivel mundial para preparar y organizar una contraofensiva de masas, reagrupando las filas obreras bajo un programa que prepare las condiciones para la victoria.
Pusimos en pie un punto de apoyo para las fuerzas revolucionarias internacionalistas que estén dispuestas a centralizarse para darle continuidad al programa marxista revolucionario de esta época imperialista. Continuidad marxista interrumpida por años de adaptaciones y traiciones de los renegados del trotskismo que entregaron las limpias banderas de la IV Internacional.
A ello lo pudimos constatar interviniendo ante los procesos vivos de la revolución y enfrentando, no de palabra sino en los hechos, a las direcciones reformistas, a los partidos y corrientes representantes de las aristocracias y burocracias obreras que han sido todas llamadas, reclutadas y centralizadas por el capital financiero en crisis para que éstas lo salven de la embestida y el odio de los explotados.
Así pudimos constatar quién realmente estaba por la lucha consecuente por el programa marxista y quién lo utiliza tan sólo para proclamarlo en pomposos congresos y los días de fiesta, para después traicionarlo todos los días en la lucha de clases.
Pudimos realizar y poner en pie este nuevo reagrupamiento, delimitándonos de los cazabobos, grupos mandados por los estados mayores del FSM y los renegados del trotskismo para destruir desde adentro cualquier intento de reagrupamiento de las fuerzas del trotskismo principista.
Así pudimos, juntos enfrentar esa alquimia centrista y oportunista de llamamientos a "conferencias internacionales", como la llamada por el POM de Brasil. Convocatoria que no pasó la prueba de combatir al ELAC, organizado por las burocracias de izquierda del continente americano para, en primer lugar, legitimar a la dirección de la COB de Bolivia que puso al proletariado a los pies de Morales y de la Total Fina francesa. La convocatoria del POM y algún par de aliados circunstanciales no había pasado la prueba, entonces, de combatir a la política de centralización del ala izquierda del FSM que impulsara el PSTU y la LIT de Brasil para someter al ala izquierda del proletariado a la política de colaboración de clases con las burguesías "bolivarianas". Cuando en julio de 2008 estuvo planteado dar esa pelea contra ese reagrupamiento que llevó inclusive al proletariado de EEUU, de Oakland, a someterse a los pies de Obama, el POM desertó de esa pelea, para luego con pomposos programas generales, que no significan ninguna obligación para nadie, llamar a una "conferencia internacional" para encubrir su rol nacional trotskista. Su consigna de "soviets en todos lados" fue utilizada para todos lados, menos para donde estaba planteado hacerlos, y menos aún donde estaba planteado que se armaran, estableciendo verdaderos organismos de doble poder, como en Grecia, Madagascar, Guadalupe, etc.; y fundamentalmente para disputar la base del ejército y avanzar a revoluciones victoriosas. La excusa fue que como no hay partido, no podía haber revoluciones. Pero ¡¿cómo poner en pie un partido revolucionario sin un programa para la revolución y sin probarse en ella?!.
Nuestro congreso fue atacado por sirvientes socialimperialistas de la Va república francesa, como el señor Phillipe Couthon, que le escribió una carta a toda la "izquierda argentina" realizando campañas de calumnias al mejor método lambertista contra dirigentes de la FLTI y cuidándose muy bien de hacer de abogado defensor de la policía asesina de la juventud, hija de inmigrantes, en estado de revuelta permanente en las cités de París. Posición luego defendida también por Gerald Downing de Socialist Fight de Inglaterra. Calumniadores como Phillipe Couthon, y sus defensores, no quedarán impunes ante el proletariado y las masas. Publicamos en este OOI - Nueva Epoca N° 1, la respuesta de los compañeros del NRI de Argentina ante tales calumnias, junto a la Declaración de la Juventud de la LOI-CI de Argentina frente al Levantamiento de la Juventud de las Cites francesas.
Trotsky afirmaba que la calumnia del stalinismo era parte integrante de la vida política de éste. No es de extrañar que en el descompuesto y degenerado ex movimiento trotskista, sólo queden recetas extraídas, en su descomposición política, del arsenal del stalinismo.

Surge así la FLTI, para centralizar la fuerza de los revolucionarios internacionalistas, para impulsar un nuevo reagrupamiento de las filas obreras a nivel internacional, para preparar una verdadera contraofensiva de masas y para derrotar a las direcciones traidoras que a cada paso traicionan todos los intentos de los explotados por avanzar en un camino revolucionario, el único que puede conducir a liberarlas de los oprobios, el hambre, la miseria, la guerra de ocupación imperialista, la pérdida de empleo, la opresión nacional, las guerras contrarrevolucionarias; es decir el camino del triunfo de las insurrecciones obreras triunfantes y de la revolución socialista internacional.
Nos hemos reagrupado los que planteamos que, frente a la decadencia y descomposición del orden social capitalista imperialista, no hay tarea más inmediata que la lucha por el poder y la revolución socialista, a las que hay que preparar combatiendo a implacablemente contra las direcciones traidoras, para devolverle al proletariado y a las masas la dirección que se merecen para triunfar.
Una sobreabundancia de direcciones traidoras es lo que hay en el planeta. El imperialismo en crisis se sostiene y se ha sostenido desde 1914, en esta época de crisis, guerras y revoluciones, comprando y corrompiendo a un sector de su clase enemiga, es decir a la aristocracia y burocracia obreras. En 1914 fue la Socialdemocracia alemana. A partir de la derrota de la revolución alemana de los '20 y del aislamiento de la URSS, con el stalinismo se expropió la conquista de la Revolución de Octubre y se destruyó la III Internacional. Con el asesinato de Trotsky y la disolución del centro internacional de la IV Internacional por responsabilidad del SWP norteamericano se dejó primero aisladas a las secciones de la IV Internacional de Europa durante la guerra; y a la salida de la misma, en un sinfín de derroteros de adaptaciones y capitulaciones al stalinismo en oriente y occidente, se terminó en décadas de traiciones abiertas de estrangular y liquidar la continuidad y el legado de la IV Internacional y su programa, que pasaron la prueba de la historia pese a la capitulación y la traición de los que hablaron en su nombre durante casi 60 años.

Los golpes de la crisis económica mundial han generado la crisis del régimen de dominio imperialista del planeta, impuesto a partir del 89 con los enormes triunfos contrarrevolucionarios conquistados con la restauración capitalista en los ex-estados obreros, dejando al desnudo a este sistema capitalista imperialista como un sistema enfermo, agónico y putrefacto que merece desaparecer de la escena histórica. Lo que vuelve más actual que nunca el apotegma de la III internacional, bajo la dirección de Lenin y Trotsky, de que para que la clase obrera pueda vivir, el imperialismo y su sistema decadente mundial deben morir.


Nuevas fuerzas, basadas y empujadas hacia delante por estas condiciones objetivamente revolucionarias, de calamidades inauditas para las masas, de cambios históricos en los acontecimientos mundiales han reagrupado sus filas y dado un enorme paso hacia delante en la centralización de los revolucionarios internacionalistas del planeta. Hemos dado, nada más y nada menos, que un enorme primer paso; un sólido punto de apoyo para reagrupar las filas de los trotskistas internacionalistas se ha puesto de pie.

Nuevas sacudidas históricas, nuevas guerras, crearán las condiciones para que el movimiento revolucionario se fusione con el movimiento revolucionario real del proletariado mundial. Pero hay algo que sí ya ha quedado claro, que también son estas condiciones las que han dejado al reformismo con escaso o nulos márgenes de maniobra, salvo el de actuar como carneros y rompehuelgas de toda lucha decisiva del proletariado mundial.


Aquí y allá no pueden más que, o defender abiertamente los intereses de los capitalistas, como lo hace la AFL-CIO o los carneros de la Trade Union inglesa al grito de "trabajo norteamericano para los norteamericanos", "trabajo inglés para los ingleses"; o, como hacen las alas izquierdas de la aristocracia y burocracias obreras que se ven obligadas a ponerse a la cabeza de los obreros que toman las fábricas, que combaten en las barricadas como en Grecia, o inclusive que toman las armas como en Madagascar, haciéndole creer a la clase obrera que es necesario aceptar la reducción de salario, la reducción de las horas de trabajo y suspensiones sin pago, las indemnizaciones por despido, y queriendo hacerlos pasar como enormes triunfos, para adormecer cuanta embestida revolucionaria hayan hecho las masas. Estos organizadores de derrotas, que ahora dicen combatir también desde los partidos "anticapitalistas", no hacen ni harán más que desenmascararse como lo que son: sirvientes y enfermeros de este sistema putrefacto.
Pero son esas traiciones las que han comenzado a abrir profundas brechas, crisis y estallidos en todos los aparatos de los renegados del trotskismo alrededor del mundo. Es que no se puede ser parte de un gobierno como el de Zimbabwe, que a llevado al país a un 100.000% de inflación y más de un 90% de desocupación, o postularse para presidir el FSM en África, que promueve y apoya los frentes populares en Zimbabwe y Sudáfrica y seguir hablando en nombre del trotskismo impunemente como lo hace la ISO, dirigida por el SWP inglés; no se puede hablar de "anticapitalismo" en Francia y poniéndose a los pies de la 5ta República Francesa ante el heroico levantamiento de obrero y de masas en Martinica, Guadalupe y Reunión, o ante las revueltas de los jóvenes obreros de las cités de París, pretender que los obreros franceses que salieron a lucha contra la ofensiva de su propia burguesía imperialista con huelgas generales y ocupación de fábricas con rehenes, después fueran a votarlos en las elecciones al parlamento europeo; no se puede apoyar a las burguesías "bolivarianas" socios menores de los negocios de las potencias imperialistas en América Latina, y a la burocracia castrista restauracionista de Cuba y no quedar en un ángulo de 180° con respecto a las masas que deben enfrentarlos para no ser arrojados a la miseria con tarifazos, despidos y suspensiones, y pretender seguir hablando impunemente de trotskismo y de revolución; no se puede apoyar a las fracciones burguesas -de Ahmadinejad o de Mousavi- del régimen de los Ayatollahs iraníes, enterrador de la revolución iraní de 1979, que apoyan al gobierno de Maliki, dejando aislada a la resistencia chiita del sur de Irak y que ya ha provocado decenas de muertos en las calles de Irán, y pretender que todo siga igual en las filas de las corrientes que tienen grupos en Irak y en Irán hablando en nombre de la revolución.
Una traición tras otra en medio de la crisis económica mundial y de la ofensiva del imperialismo y las burguesías nativas contra la clase obrera y las masas para que sean estas las que paguen los costos con hambrunas y desocupación, son las que han comenzado a provocar crisis y estallido en las corrientes de los reformistas que hablan en nombre del Trotskismo. Estallidos que por el momento, cuando en la coyuntura actual se ha apagado la llama de la revolución en Grecia y Madagascar, genera grupos de oportunistas descontentos, pero que en cuanto el proletariado vuelva a iniciar sus maniobras de contraofensiva, habrá de generar fenómenos centristas girando a la izquierda sobre los cuales desde la FLTI habremos de orientar nuestra ofensiva política para ligarnos a los sectores de masas que esos fenómenos expresen. Los reformistas lo saben y por eso se desviven por que la llama de la revolución no se avive nuevamente. ¡Su traición no quedará impune!

 

Frente a ellos se levanta la continuidad del trotskismo y la continuidad y plena vigencia del programa de la IV Internacional, asentado en la validez de la teoría de la revolución permanente, pero no como una letanía vaga sino como lecciones y programa del enfrentamiento vivo entre revolución y contrarrevolución en la lucha de clases internacional. Esto lo podrán ver los lectores del OOI N°1 que será editado en dos partes, en las que se desarrollan y se pueden leer todas las resoluciones del Congreso de Fundación de la FLTI, que comenzó por hacer suya las declaraciones de Grecia, Madagascar, la cuestión palestina, el combate contra el frente popular en Bolivia, en Zimbabwe, en Sudáfrica y el combate contra toda corriente que subordine a la clase obrera a los pies de la burguesía, es decir a sus verdugos, como ha hecho el reformismo en EEUU al someter a la clase obrera a los pies del carnicero Obama.
Sobre esos acuerdos y esas peleas dadas se realizó el Congreso, dando respuesta asimismo al Perú ensangrentado, sublevado y a los enormes enfrentamientos de clase con motines, revueltas y semi insurrecciones locales, donde comienza a abrirse una situación pre revolucionaria en ese país.
Dando respuesta también con una posición marxista a los combates frente al golpe en Honduras, donde todas las corrientes de izquierda han colocado al proletariado a los pies de un frente democrático de Obama y Zelaya, que lejos de orientar a las masas de nuestro continente, y de Honduras en particular, en el camino para aplastar el golpe contrarrevolucionario y destruir la base militar yanqui en ese país, sólo permite fortalecerlo preparando nuevos pactos contrarrevolucionarios como el realizado en Bolivia entre frente popular y la Media Luna fascista; o el realizado en Colombia, regado con la sangre de la resistencia colombiana, entre Chávez y Uribe, que hoy termina, luego de los abrazos en la reunión de la UNASUR, con la apertura de 5 nuevas bases militares norteamericanas en Colombia.
Someter a la clase obrera a la dirección de las burguesías "democráticas" o "patrióticas", como pregonaron durante décadas los traidores del stalinismo, significa, de antemano, negarse no sólo a la toma del poder por parte del proletariado, sino que también significa negarse a derrotar el golpe, porque el único camino para ello es romper con la burguesía, en primer lugar la "bolivariana", permitiéndole al proletariado centroamericano organizar acciones revolucionarias, para romper el ejército de Honduras y, abriendo el camino de la revolución proletaria, aplastar a los golpistas y a la base militar yanqui de ese país.
Fundamos la FLTI con el mismo programa y mismo grito de Revolución Permanente, con el que se fundara la IV Internacional de 1938, en contra del frente popular y los frentes democráticos del stalinismo, cuando ahora son los renegados del trotskismo los que continúan con esas pseudoteorías del socialismo en un solo país, de las etapas intermedias pseudodemocráticas de la revolución, y demás revisiones bastardas heredadas del arsenal del stalinismo.
Junto a los acuerdos programáticos, estratégicos y de principios que constatamos todos los grupos que, provenientes de distintas experiencias, nos fusionamos en la FLTI en este Congreso, han quedado puntos sobre los que es necesario profundizar para avanzar en el estudio y la homogenización de toda la fracción que se ha puesto en pie. Es por eso que el Congreso de Fundación de la FLTI, resolvió convocar al Segundo Congreso en un plazo de seis meses, abriendo el período de discusión pre-congreso, en el que se desarrollarán todas las discusiones de matices y diferencias, en los materiales públicos de la FLTI (este Organizador Obrero Internacional), cuando se trate de cuestiones teóricas; y en el boletín interno de discusión, denominado Correspondencia Internacional, cuando surjan diferencias programáticas. Asegurando entonces todas las garantías democráticas para todos y cada uno de los militantes de los grupos que hemos constituido la FLTI, vamos a nuestro Segundo Congreso profundizando las discusiones de los matices que persisten en cuanto al carácter fascista o no del estado sionista de Israel; el Segundo Congreso, también deberá definir la Resolución sobre Sudáfrica (que será publicado en la segunda parte de este OOI), que incluye la consigna de "¡Por una república negra socialista de obreros y campesinos!", y que fue aprobada en general por los plenarios de la WIVL, aunque en esos plenarios surgieron diferencias con respecto a esta consigna en particular; así como las diferencias sobre la cuestión China, que ha quedado abierta con una resolución por minoría, publicada en este número del OOI. En el Segundo Congreso, también serán discutidos los balances históricos de las corrientes que nos fusionamos en la FLTI, entre ellos el de la ex - FLT, cuestión que no pudo ser abordada en el Congreso de Fundación por razones de tiempo.

Presentamos entonces en esta primera parte del OOI la primera resolución de Constitución de la FLTI y la base de principios y programas que la hicieron posible, junto a su resolución de Organización y Construcción de este centro internacional, que hoy coloca al marxismo revolucionario internacionalista, no ya a la defensiva, sino a la ofensiva para reagrupar las filas de los revolucionarios y dispersar la de los reformistas a nivel mundial.
Presentamos también en esta primera parte las primeras declaraciones revolucionarias de la FLTI sobre Honduras y Perú (en un suplemento especial); sobre Brasil y Argentina, con la fundamentación del NRI para iniciar un proceso de fusión con la LOI-CI de Argentina. Presentamos el programa y las tareas inmediatas de la clase obrera en EEUU. El objetivo es colocar las bases para refundar el trotskismo norteamericano sobre los principios con el que Trotsky junto a Canon en los 30 construyeran el SWP que hoy, en las manos de Jack Barnes, no es más que un sirviente de la burocracia castrista en todo el continente americano.
Podrán ver nuestros lectores en la segunda parte del OOI las resoluciones sobre Sudáfrica, Irán y sobre la Coyuntura y la situación mundial, y la profundización del combate de la FLTI contra el frente popular y el pérfido accionar de los renegados del trotskismo en Zimbabwe y en Bolivia; así como el documento del POI-CI de Chile, dando cuenta del momento de la lucha de clases en ese país.
Como dijimos, ha llegado la hora, después de décadas de aislamiento, derrotas y persecuciones, de reagrupar las filas de los revolucionarios internacionalistas, para pasar a la ofensiva a definir quién habla en nombre del proletariado internacional: si los impostores y los renegados del trotskismo, o los que luchamos y combatimos implacablemente por el triunfo de la revolución socialista a nivel internacional.
Las condiciones objetivas, luego de años de dispersión, de derrotas y de días de perro han cambiado. Se trata de preparar las condiciones para la vuelta del marxismo revolucionario a las masas. Por el accionar del oportunismo, revisionismo y demás direcciones traidoras, el trotskismo ha sido separado durante décadas de la clase obrera mundial. Muy mal le ha ido al movimiento revolucionario y también muy mal le ha ido a la clase obrera internacional por esta disociación.
La fundación de la FLTI representa el comienzo de la ofensiva de los trotskistas internacionalistas del mundo. Esa hora ha llegado. Las condiciones objetivas así lo imponen. Nos hemos reagrupado los que lejos de rechazar alentamos este nuevo momento histórico. Las condiciones para iniciar el período histórico de resolución la crisis histórica de dirección del proletariado internacional comienzan a abrirse.
Si los revolucionarios no actuamos a tiempo lo harán el oportunismo y el reformismo destruyendo el combate del proletariado mundial. La novedad es que por primera vez en décadas contamos con una organización internacional que con lecciones y un programa revolucionarios nos permita llegar a tiempo al combate de nuestra clase, para mostrarle quiénes son sus aliados y quienes son sus enemigos y generar las condiciones para fusionar al movimiento trotskista internacional con lo mejor de las organizaciones obreras revolucionarias del mundo.

Es así que no terminaba aún este Congreso, donde nos armábamos con estas lecciones y estas conclusiones históricas, que fuimos invitados a participar en la 47 Asamblea Internacional contra la Guerra, realizada en Japón. Esta Asamblea es organizada por la Japan Revolutionary Communist League - Marxist Revolutionary Faction (JRCL-MRF), una organización de vanguardia, con influencia en una fracción del proletariado y la juventud japonesa, que desde la década del 50 ha combatido a su propia burguesía imperialista, en un proceso tortuoso producto del aislamiento al que fue sometido por la capitulación y las traiciones de los renegados del trotskismo. Cuando en 1956 y al calor de la revolución política en Hungría, la corriente que hoy constituye la JRCL -y que hoy sigue siendo calumniada por el Partido Comunista de Gran Bretaña y por cuanto deshecho stalinista haya quedado disperso en el mundo- rompía con el stalinismo, encontraba a los trotskistas de Europa y el mundo negándose a luchar por el retiro del ejército rojo de ese país, como lo hiciera luego el pablismo en Checoslovaquia en 1968, o como lo hicieran todos los renegados del trotskismo de Yalta, buscando alas izquierdas en Tito, Mao, o el "Jacobino" Castro, que hoy demuestra no más que un Gerondino que se prepara para entregar las conquistas de la revolución cubana. La FLTI envió un delegado y tuvo plena participación durante más de dos horas, como verán los lectores de este periódico internacional en los reportes enviados desde la asamblea misma. Centenares de delegados representantes de decenas de miles de jóvenes y obreros de vanguardia de todo Japón ovacionaron las 4 propuestas realizadas por la FLTI ante esa asamblea de obreros y jóvenes combativos revolucionarios y apasionados internacionalistas.
Entre otras mociones, se llamó a esas poderosas fuerzas a levantar la demanda de "a igual trabajo, igual salario" para los millones de obreros esclavos de la maquiladora china. A reagrupar las fuerzas del marxismo internacionalista para romper el límite oprobioso del paralelo 38 y terminar de expulsar al imperialismo de toda la península de Corea, ayer salvado y protegido por el stalinismo.
Llamamos a los heroicos y jóvenes revolucionarios Zengakuren a marchar sobre la base de Okinawa, la base yanqui más grande del planeta, para denunciar y combatir contra el golpe de estado organizado por los yanquis en Honduras.
Llamamos a esas enormes fuerzas a convocar a un nuevo reagrupamiento del proletariado mundial, en primer lugar a los obreros de Oakland, para volver a poner en pie la Marcha del millón de obreros contra la guerra y por la demanda de los inmigrantes, y por que la crisis la paguen los banqueros de Wall Street; a romper con Obama y a convocar, junto a los delegados de decenas de miles de ferroviarios, metalúrgicos, trabajadores de servicios, de la industria pesada, de químicos, docentes, de correos, agrupados junto a la dirección revolucionaria del movimiento estudiantil de los Zengakuren, a una conferencia obrera mundial, para poner en pie un polo de las organizaciones obreras revolucionarias que declare la guerra a todos los traidores de las burocracias sindicales y aristocracias obreras del mundo que sólo defienden la ganancia de los capitalistas y sostienen las peores ignominias contra el proletariado mundial.
En nombre de esa fracción obrera del proletariado japonés, una delegada de Tokio cerró el evento planteando que "tal cual lo propuso la FLTI, ella iba a volver con todos sus compañeros para proponerle a toda la clase obrera japonesa, que la solución a sus terribles penurias y que para triunfar en su enfrentamiento contra el régimen policíaco y de las transnacionales en Japón, ellos debían unir su lucha a la de la clase obrera mundial, como la tarea inmediata que tenían por delante.
La FLTI invitó al ala revolucionaria internacionalista del proletariado japonés a participar del segundo Congreso de la FLTI a realizarse en los próximos 6 meses.

Camaradas, presentamos este Organizador Obrero Internacional Nueva Época N°1, denominación del vocero de la FLTI. Y cuando salgamos a la calle, este 22 de agosto, habrán pasado 69 años desde el asesinato, a manos del stalinismo, de León Trotsky, dirigente de la Revolución de Octubre, comandante del Ejército Rojo y fundador de la III y la IV Internacionales. Y el 3 de Septiembre, habrán pasado 71 años desde el Congreso de Fundación de la IV Internacional.
El asesinato de Trotsky y de tantos otros revolucionarios bajo las garras del fascismo y del stalinismo, han sido enormes golpes para el movimiento revolucionario internacional. Pero las bases teóricas y programáticas que ellos dejaron, una y mil veces demostraron pasar la prueba de la historia. Si el proletariado internacional no cuenta hoy con una dirección internacional revolucionaria para los combates que tiene por delante, se debe fundamentalmente a que la dirección que quedó al frente de la Cuarta disolvió del Centro Internacional, dejando aislados a los revolucionarios Europeos en medio de la guerra y después capitulando al stalinismo en medio de los procesos de revolución política en el Este Europeo, en medio de las revoluciones en los países semicoloniales como en Bolivia, Sri Lanka, Vietnam, países en los que el trotskismo tenía influencia de masas. El 68-74 después de la reunificación sin principios de 1963, fue la última oportunidad del movimiento trotskista de retomar un camino revolucionario. A las direcciones oportunistas de la guerra y de la posguerra se sumó el hecho de que, luego de años de adaptaciones al stalinismo y a la socialdemocracia en occidente, se destruyera toda posibilidad histórica de construir las secciones de la IV Internacional en la URSS, en China y en todo el este europeo, para terminar todos echándole la culpa a Trotsky y al trotskismo de las derrotas del '89, cuando fueron ellos los responsables, por años de adaptaciones, traiciones y capitulaciones al stalinismo, de que no flameara la bandera del a IV internacional y del bolchevismo en Rusia en 1989.
Si algo faltó desde la posguerra para impedir semejante cadena de adaptaciones, capitulaciones y traiciones, fue una fracción jacobina del movimiento marxista revolucionario, que combatiera contra las direcciones que hablaban en nombre del trotskismo y que fueron las que destruyeron a la cuarta internacional desde su interior.

Años de duro retroceso, de saltos hacia atrás y hacia delante, de elaboración política y programática, en duras luchas fraccionales, en donde se mantuvo el marxismo y su continuidad contra el revisionismo.
Desde la FLTI, rendimos nuestro homenaje al camarada Trotsky y a los fundadores de la IV Internacional, poniendo en pie un verdadero Centro Internacional Revolucionario para, reagrupando las fuerzas de los revolucionarios para dispersar las fuerzas de los reformistas, luchar por dotar al proletariado y las masas de la dirección que estos necesitan para triunfar.
El camino para poner en pie un nuevo Kienthal y Zimmerwald bajo las actuales condiciones de guerras, crac, penurias inauditas de las masas, mil y un intentos del proletariado de romper la loza del sistema que lo oprime y lo aplasta y lo condena a la miseria, se crean y recrearán constantemente. Los reformistas no podrán vivir en paz. Las leyes de la historia son cada vez más fuertes que cualquier aparato que quiera burlarse de ellas. Ya no se puede hablar en nombre del socialismo revolucionario y ser un vulgar sostenedor del capitalismo todos los días. Ya no se pude hablar más en nombre del trotskismo y entregar a la burguesía de los petrodólares el programa de transición, como han hecho esos desfachatados de The Militant, sirvientes de Chávez y de los yuppies de Wall Streeet en que han devenido los comandantes Sandinistas y del Farabundo Martí de El Salvador y Nicaragua.
Ya no se puede hablar en nombre del trotskismo y sostener a la burocracia castrista, abiertamente restauracionista, que condena a la clase obrera a vivir con 18 dólares al mes, y aplica los mismos planes de ajuste que la burguesía y los explotadores en todo el mundo.
Los que han quedado colgados de los faldones de la burguesía ya no pueden hablar más en el nombre del trotskismo y someter al proletariado a los frentes populares.
Desde la FLTI nos haremos responsable de ello, de que nunca más se hable en nombre del trotskismo y los fundadores de la IV Internacional, por el honor de Leon Sedov, de Rudolph Klement, de Ta Tu Tao, de León Trotsky y los fundadores de la IV, y se entregue su programa y su combate a la burguesía, a las direcciones traidoras, a los enemigos de la democracia obrera y de la revolución socialista internacional. Ese es nuestro compromiso, el de combatir para conquistar las condiciones de la victoria, y acabar de una vez por todas con los jalones de derrota que le ha provocado al proletariado internacional las distintas horneadas de menchevismo, como el stalinismo ayer y los renegados del trotskismo hoy.


¡Viva la IV Internacional, sus fundadores y sus programas!
¡Basta de liquidacionismo y revisionismo en el trotskismo!
¡Adelante con la FLTI!
¡Para conquistar una conferencia internacional de las organizaciones obreras revolucionarias y las fuerzas sanas del movimiento trotskista internacional!
¡Para poner en pie el partido mundial de la revolución socialista!

SECRETARIADO DE COORDINACIÓN INTERNACIONAL DE LA FLTI

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